Relación de la COVID-19 con el riesgo de suicidio en los profesionales sanitarios españoles
Autores de la investigación: Mortier y colaboradores
España fue uno de los países cuyos sistemas sanitarios actuaron bajo una presión extrema durante la primera ola de la pandemia por COVID-19 y esto pudo verse reflejado en la salud de los trabajadores sanitarios.
En este estudio, realizado por Mortier y su equipo en el 2022, se estimó la incidencia de pensamientos y comportamientos suicidas (PCS) a lo largo de 4 meses en trabajadores sanitarios españoles activos durante la primera ola de la pandemia. Se realizó una evaluación de línea base (05/05/20 - 07/09/20), y cuatro meses después (09/10/20 - 11/12/20) se realizó el seguimiento.
4809 profesionales participaron en el estudio. 4412 de estos no presentaban PCS en la primera evaluación. Sin embargo, en el seguimiento 182 de estos 4412 informaron de PCS de nueva aparición. Concretamente, 132 tenían ideación suicida pasiva (ISP), mientras que 22 tenían una ideación suicida activa (ISA). El resto (n=28) llegó a planear un intento suicida (IS) y 1 persona lo llevó a cabo.
Por su lado, de los 397 profesionales que ya mostraron PCS en la línea base, más de la mitad también informaron de estos en el seguimiento, lo que indica una persistencia de PCS a lo largo del tiempo.
Se estudiaron también los factores de riesgo que estaban asociados con el inicio de los PCS poco después del brote inicial de la COVID-19. Entre los factores de riesgo distales, es decir, prepandémicos, los que más correlación obtuvieron fueron: (1) presentar diagnóstico de algún trastorno mental, (2) ser auxiliar de enfermería y (3) estar soltero, divorciado, separado legalmente o viudo. Mientras que el tener una renta mensual superior a 2200€ supuso un factor de protección.
En cuanto a los factores de riesgo proximales, es decir, pandémicos, significativamente asociados con la incidencia de PCS se encontró que la ideación suicida se atribuye a una amplia gama de estrés interpersonal (conflicto laboral, estrés relacionado con la vida amorosa o funcionamiento familiar). También jugaron un papel importante el estrés relacionado con la salud propia y de los seres queridos; la falta de preparación percibida del centro de salud; los factores financieros; el haber estado aislado o en cuarentena por COVID-19 y el haber cambiado de lugar de trabajo relacionado con la pandemia.
Referencia al trabajo original: Mortier, P., Vilagut, G., Alayo, I., Ferrer, M., Amigo, F., Aragonès, E., ... & Yañez, J. (2022). Four-month incidence of suicidal thoughts and behaviors among healthcare workers after the first wave of the Spain COVID-19 pandemic. Journal of psychiatric research, 149, 10-17